El retorno al trabajo es un momento crucial en nuestras vidas. Es un hito que cada año se cumple inexorablemente y que cada vez nos devuelve a nosotros mismos. Como acontecimiento inevitable y presente en nuestro camino es sano, útil e inteligente plantearlo de la manera más adecuada posible.

Es importante tener en cuenta algunos puntos e ideas que pueden ser de apoyo para cada uno de nosotros frente a esta situación. Cada cual debería prepararse de la forma que se muestre más acorde a los propios valores y creencias.

Un punto importante es tener en cuenta que la vida no está formada por etapas que tienen un inicio y un final, sino que la vida es un continuo. Es decir, el período vacacional finaliza el día pongamos 31 de agosto, pero la vida física, mental y afectiva, sigue adelante sin inmutarse.

En función de cómo manejemos nuestros pensamientos así reaccionará nuestro cuerpo físico (sistema hormonal, etc), y así nos sentiremos.

Uno de los principales enemigos de la paz interior y de la tranquilidad personal es el diálogo interior y el pensamiento de anticipación, reconocibles en aquellas situaciones en las que nos encontramos hablando mentalmente con nosotros mismos diciéndonos algo así como, "se me acabó lo bueno, y ahora toda la semana por delante, y otro mes y otro mes... y el siguiente puente...¡buf, cuánto falta...!" (Etc.). Este tipo de pensamiento genera frustración y desgaste físico, emocional y anímico. Pensemos de forma más hábil. Pero para ello deberemos en primer lugar, detectar el tipo de pensamiento que estamos utilizando y decirnos a nosotros mismos no quiero seguir en ese modo de pensar. La inhibición del propio pensamiento es capital para la salud en su acepción más profunda.

Cientos de veces hemos oído aquello de vive el presente que es lo único que tienes. Una gran verdad pero poco escuchada y asumida. La salida del laberinto del pensamiento negativo y depresivo es la fijación de la mente en el presente y en los pequeños detalles de lo que nos está aconteciendo. Sólo viviendo intensamente el presente podremos liberarnos de un pasado que nos limita como un lastre.

Al volver a retomar nuestra relación con el mundo laboral es importante prepararse con ilusión. La vida siempre tiene dos caras y podemos escoger dar más peso a cualquiera de ellas.

Al plantearse el regreso al trabajo es importante romper los hábitos que cansan la mente y limitan la percepción y la atención.

No vayas a trabajar por la misma ruta, con los mismos medios de transporte públicos. Busca alternativas. Cada vez que pasas por un lugar nuevo ves algo que llama tu atención y te abre un nuevo mundo de conocimientos.

La mayoría de personas plantean objetivos a lograr a partir de Septiembre, tales como ir al gimnasio, leer más, dejar de fumar... Pero pocas veces los logran. Dile al mundo lo que pretendes, puedes encontrar compañeros de viaje. Busquemos alianzar en nuestro entorno para conseguir nuestros objetivos. Cuando persistimos en ellos y nos aproximamos al éxito, se incrementa nuestra sensación de fuerza, de libertad, de compromiso y ello nos permite mejorar en otras áreas de nosotros mismos.

Es habitual que la primera semana nos sintamos algo dispersos y desconectados de lo que hacemos. Contra antes nos impliquemos en nuestro trabajo, antes recuperaremos nuestro mejor estado de eficacia.

Piensa en lo que aportas a otras personas con tu trabajo. Piensa en lo que te aporta a tí mism@. Todo trabajo tiene un valor.

Analiza las dificultades de tu trabajo y sepáralas en pequeñas dificultades. Evita evaluar de forma global tu trabajo, diciendo cosas como "mi trabajo en horrible". No todo es horrible en tu trabajo, seguro. Aprende a identificar de forma específica lo que te molesta y ponte manos a la obra para solucionarlo.

Si después de todo esto sientes que lo peor del mundo es volver al trabajo, analiza que podrías hacer para no sentir esa dificultad. Y piensa que todo se puede cambiar, sólo es necesario hacer un buen plan de acción y perseverar, manteniendo siempre abierta la puerta al positivismo de cuando no puedo cambiar algo fuera de mí, siempre puedo cambiar como me afecta en mi interior.